Ruta circular por las masías de Roses

Empezaremos la ruta en el Mas Palou, restaurado y convertido en un hotel-restaurante en la carretera de las Arenas de Roses. Veremos un pinar de pino piñonero y aquí es el punto de salida del sendero que sube suavemente entre márgenes de piedras de color oxidado, esquistos con un alto contenido en hierro. Pasaremos por bosques y olivares hasta llegar a la Torre del Moro. Atravesamos el Rec de la Torreta, una zona sombría gracias a los grandes sauces y donde con un poco de suerte podremos toparnos con algún animalito de bosque que va a beber o a refrescarse.

Salimos por una gran cañada llena de alcornoques, brezos y estepas, un auténtico paisaje Mediterráneo. La vista desde este punto nos permite ver las ruinas del Castillo de Bufalaraña. Seguiremos cañada hacia abajo hasta una pista, seguimos a la izquierda y llegaremos a unos antiguos bancales donde hay unos pinos muy altos, su tamaño nos dice los años que hace que aquí no se cultiva nada. Tapado de hiedras y zarzas descubriremos las antiguas paredes del Mas Ponac y esparcidas por los alrededores encontraremos unas colmenas de abeja abandonadas que habían dado, en otro tiempo, la miel oscura del brezo. Continuamos por el pinar hasta la pista que va a Can Berta. Esta gran masía, ahora en ruinas, da nombre a la sierra que tenemos encima.

Bajamos hasta atravesar el cauce de la Riera de la Trencada y tomamos el camino de la izquierda por un estrecho e inesperado sendero utilizado por los animales que van a beber en la balsa del Ponac, el punto de agua dulce más grande del Cap de ¿Creus que se formó después de abandonar una antigua explotación de arena. Seguiremos riera abajo hasta Can Pairet donde podemos encontrarnos a Josep que cuida el rebaño de ovejas y cabras que pastan por los alrededores. Continuando camino abajo llegaremos al punto de partida.