San Pedro y la Costa de Matamatxos

Saldremos del lado de Can Valls por la cañada, ahora GR 172, dirección Montserrat. Bajaremos y subiremos pequeños valles formados por muchos de los torrentes y rieras del término, entre ellos el arroyo de Claret donde, aguas abajo pasado el pueblo, se han hecho importantes hallazgos paleontológicos los sedimentos miocénicos (12 millones de años) de sus lados, tanto a nivel Catalán como Europeo, entre ellas la de un pre-homínido Pierolapithecus nombrado Paz.

Sobre las crestas y en las cuestas más suaves encontraremos los cultivos de secano básicamente de cereal y vid; y los terrenos más empinados y hondonadas, el bosque de pino blanco enriquecido con encinar en las partes más sombrías y profundas.

Después de cruzar la carretera B-231 que conduce hacia Esparreguera, nosotros bajaremos también a encontrar el antiguo núcleo de Pierola en Can Ponç Viejo, junto a la riera de Pierola, centro neurálgico del término y origen del actual pueblo de Hostalets de Pierola. Lo ponen de manifiesto el aumento de masías dispersas junto a la riera: la Torre de Pierola, Can Térmens o Can Pujol del Monte. Sobre la sierra de la Vicaría asoman los escombros de San Pedro de Pierola.

Seguimos el trazo del arroyo, eje del término, aguas arriba dirección el mas de Can Pujol del Monte y nos damos cuenta del precioso relieve con cortados y escarpaduras rojas que la acción soscavadora y erosiva de los torrentes ha provocado en las laderas de estas pequeñas sierras.

Después de descansar un poco en la fuente de Can Pujol, emprendemos la marcha para subir la fuerte cuesta de Matamatxos entre encinares primero y bosques de pino carrasco y pino piñonero después hasta la cresta de la Sierra de la Rectoría.

La bajada es más cómoda y abierta con vistas sur hacia la cordillera litoral al fondo y el pueblo de Hostalets ante nosotros. Se hace evidente la geografía del término de Hostalets y las diferencias entre la parte norte más montañosa y forestal (la Sierra de Roques Blanques separa físicamente la Anoia del Bajo Llobregat) y la sur más agrícola y llana según desciende hacia el Alto Penedès.

Después de cruzar de nuevo la carretera, ahora por debajo, enfilamos el Camino de la Sierra, para disfrutar de generosas vistas en 360º. Rodeados de almendros, olivos, viñedos y cereales, descubrimos toda la variedad posible de cultivos de secano y al mismo tiempo es fácil de ver el cernícalo y también el halcón sobrevolando los campos. En primavera, las flores y los cantos de los pájaros hacen esta vuelta entre campos de lo más agradable.

Todavía nos queda volver a bajar al cauce del arroyo de Claret y seguir paseando por el lado de su encinar de rebrote, con esparragueras, hiedras y bruscos, incluso algún chopo y algún álamo, para acabar subiendo a continuación al importante mas de Can Valls y saber de la importancia de las minas para abastecer de agua en épocas de sequía.

Fuente: Ayuntamiento de Hostalets de Pierola