Visita guiada al Castillo de San Esteban

Las visitas se realizan a las 11 de la mañana y podrá observar y conocer muchísimas maravillas y secretos.

La conquista de este territorio por parte de los condes de Cerdaña se consolidó a principios del siglo XI, con la construcción del castillo. Se asienta sobre un espolón rocoso alargado, que domina el cruce entre el camino del Llobregós y el que baja desde la zona de Cardona.

El conjunto está totalmente circundado de murallas, que se adaptan tanto al perfil alargado de la sierra como el escalonamiento. En la parte más elevada hay una torre de planta circular. En el tramo medio, hay muros que compartimentan el entorno de la puerta de acceso al recinto. Finalmente, en el extremo inferior es donde mejor se conservan una serie de patios y estancias cubiertas con bóveda. De entre estas estancias, destaca un calabozo con dibujos esgrafiados de castillos, caballeros y máquinas de asalto.

Fuera del recinto del castillo pero complementando su defensa, hay tres torres albarranas: la del Ballester (al oeste), la del Raval (al sur) y la del Cabo Chico (al este).

La fortaleza de Castellfollit de Riubregós, hacia el año 1000, formaba parte de las posesiones del condado de Cerdanya, del cual pasó por herencia al condado de Barcelona. Inicialmente tenía la familia Cervera como castellanos, pero hacia la segunda mitad del siglo XIII pasó a manos de los Cardona, que ya tenían bajo su dominio la mayoría de plazas fuertes de los alrededores.

El castillo ha presenciado varios episodios históricos, de entre los que destaca el enfrentamiento en 1822 entre los absolutistas de Castellfollit y los liberales comandados por el general Espoz y Mina, que atacó y destruyó el castillo.