La Cantina de Llinars Capolat

En la Cantina de Llinars nos levantamos temprano. Abrimos todos los días a las ocho de la mañana y sabemos que sois muchos los que decidís que seamos vuestro punto de reunión para quedar para ir a caminar, buscar setas o a hacer salidas en bicicleta, moto, quad. Muchos desayunáis con cafés con leche y alguna pasta y otros sabemos que ya os apetece una buena bandeja de embutidos con pan con tomate o tortillas, huevos fritos, salchichas, tocino y, para los más valientes ya calentamos un buen plato de callos, albóndigas con setas, morro y oreja con judías y otros.

A mediodía a comer. No puede faltar ni la escudella cuando hace frío ni las habas a la catalana para volver a sobrevivir del cansancio de la jornada. Buena brasa con pies de cerdo, cordero, churrasco, pollo o conejo y las diferentes maneras de comer arroz tanto con la típica paella como con el arroz con setas y queso parmesano, el arroz hecho de caracoles o los guisos como la ternera con setas o el pollo asado con ciruelas y piñones.

Siempre hay algún platillo a medida que va llegando cada temporada que  hace más atractivo vuestros menús. Y los postres... ay! qué postres caseros!, vemos muchas veces lo difícil que os resulta elegir entre la crema catalana o el flan indio, el pastel de queso, los helados o nuestra reivindicación del pijama para los más valientes que siempre guardan un agujerito para el dulce.

La chimenea, el tejadillo junto al río, el patio de atrás y la tranquilidad del lugar nos parece que son lo mejor que podemos ofreceros para que os encontréis como en casa, haced una gran sobremesa, y lo más importante, tened ganas de volver pronto, ya que os esperamos.