Vilada

El municipio de Vilada tiene una extensión de 22,34 km ^2, limita con La Nou, Borredà, el Castell de l'Areny, Cercs y La Quar.

Vilada, constaba originariamente de tres núcleos que corresponden a las tres parroquias de Sant Joan de Vilada, de Santa María de Roset y de Santa Magdalena de Gardilans.

Después de una época de inseguridad, el impulso repoblador de Wifredo el Velloso volvió a dar vida a la comarca y la parroquia de Vilada tomó una clara preponderancia respecto a las otras dos, que se convirtieron en filiales.

Los bosques de pinos y los pastizales cubren una buena parte de los sectores montañosos y representan la mitad de la superficie total del término, mientras que en los terrenos más planos de las dos vertientes del valle de Vilada y en la vertiente derecha del Margançol, es donde se localiza la población y también los cultivos.

El pueblo de Vilada se originó en los pies del Castillo de Roset, donde había una iglesia consagrada por Nantigís. Más tarde se trasladó hacia el lugar donde esta hoy, en el sector de la derecha del arroyo de Vilada, poco antes de su confluencia con el Margançol.

Está situado en una ladera sobre la carretera y dominado por el edificio de la iglesia parroquial de Sant Joan Baptista, que tras sucesivas reformas y ampliaciones a lo largo del tiempo no conserva casi ningún elemento del templo primitivo.

Los lugares de interés más destacables son: la Creu de Roset, el Serrat del Migdia, el Puente del Doro y el Castillo de Roset, Santa Magdalena de Gardilans y Sant Miquel de les Canals.