Talamanca

Talamanca es un pueblo de la comarca del Bages, situado a 552 m de altura, en medio de la sierra de Rossinyol, en la carretera BV-1221 de Terrassa a Navarcles.

Su pequeño núcleo de calles adoquinadas tiene varios rincones pintorescos y buenas vistas en todas direcciones, gracias a su peculiar situación elevada. Situada en el extremo del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l'Obac, es un excelente punto de partida para realizar salidas y caminatas que permitirán disfrutar del importante patrimonio natural de los alrededores de Talamanca.

Aunque se han encontrado restos de un yacimiento ibérico, la primera noticia documentada de Talamanca es del año 960, cuando el conde Sala, fundador del monasterio de Sant Benet de Bages, hizo donación de unas tierras y casas en el término del castillo de Talamanca, punto central, junto con la iglesia de Santa María, alrededor del cual se instalaron campesinos que buscaban la protección militar y espiritual de estos edificios. La iglesia se menciona por primera vez el año 1038. El espacio existente entre estos dos edificios constituyó, sin duda, el primer núcleo habitado de Talamanca.

A finales del siglo XII el dominio feudal del castillo de Talamanca pasó a manos de los Talamanca, estirpe presente a lo largo de toda la Edad Media y que se inició con Bernat de Talamanca y su esposa Dolça. Esta familia, dueños y señores del término durante siglos, establecieron relaciones con otros nobles de la zona, con los que también, en ocasiones, se enfrentaron. Así sucedió con Guillem de Calders, personaje con quien tuvo disputas violentas Berenguer de Talamanca, del que todavía podemos admirar el sarcófago en el interior de la iglesia de Santa María. Finalmente, y debido a los problemas financieros de la familia Calders, los Talamanca se quedaron buena parte del patrimonio, entre otros el castillo de Calders.

Con la crisis del feudalismo, a mediados del siglo XIV, y los estragos causados por las diferentes epidemias de peste negra, comienza la decadencia de los Talamanca. Después de emparentarse con diferentes familias nobles de Cataluña, finalmente, en el siglo XVIII, el castillo y el título pasó a manos de los marqueses de Castellbell.

Es destacable el episodio ocurrido los días 13 y 14 de agosto de 1714 y conocido como Batalla de Talamanca, en el marco de la Guerra de Sucesión. Esta batalla constituyó la última victoria del ejército catalán, dirigido por el Marqués del Poal, ante las tropas borbónicas, pocas semanas antes de las capitulaciones de Barcelona y Cardona .