Tagamanent

El cerro de Tagamanent, aquel "picacho muy elevado y de difícil acceso", como se decía en el siglo XIX, es el punto más conocido de un término municipal eminentemente montañoso, de orografía accidentada y, en algunos lugares, arisca. Este amplio espacio estaba dividido antiguamente entre dos parroquias y un castillo, que fueron los marcos básicos que encuadran la vida de las poblaciones locales a partir de los siglos X y XI.

La gran extensión del término, casi coincidente con la totalidad del sector occidental del Montseny, explica que fuera el escenario de episodios de los principales periodos históricos de Cataluña y que, hoy, Tagamanent cuente con un abundante y rico patrimonio: rastros de los primeros pobladores prehistóricos, iglesias y capillas medievales, grandes masías y viejos caminos transitados durante cientos y, en algún caso, más de un millar de años; molinos harineros y pozos de hielo; campos y bancales de cultivo esparcidos por toda la montaña, etc.

El hecho de que una buena parte del municipio pertenezca hoy al Parque Natural del Montseny hace que el patrimonio histórico se encuentre, además, en un entorno excepcional y rico en flora, fauna y paisaje.

Villas floridas

Tagamanent es uno de los municipios que participa en el proyecto Villas Floridas, una iniciativa de la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC) que muestra y pone en valor la riqueza natural y paisajística mediante proyectos de ajardinamiento, ornamentación floral y cultura del verde urbano.