Por qué cada vez más peregrinos eligen empezar el Camino en Tui

En los últimos años, el Camino de Santiago ha vivido un auténtico renacer. Más allá de ser una ruta de peregrinación centenaria, se ha convertido en una forma de viajar pausada, reflexiva y profundamente enriquecedora. Ya no solo lo recorren los devotos o los caminantes empedernidos, sino también quienes buscan una desconexión real, un reto personal o, simplemente, otra forma de conocer el territorio.
Entre todas las variantes que ofrece la red jacobea, el Camino Portugués ha ido ganando adeptos a ritmo constante. Dentro de esta ruta, destaca con fuerza una pequeña ciudad gallega que cada año acoge a miles de personas dispuestas a comenzar su andadura: Tui. Pero, ¿qué tiene este punto de partida que lo hace tan atractivo?
¿Por qué Tui? Ubicación estratégica y comienzo oficial del tramo gallego
Situada al sur de la provincia de Pontevedra, en plena frontera con Portugal, Tui es mucho más que un punto en el mapa. Esta ciudad amurallada, bañada por el río Miño y coronada por su imponente catedral-fortaleza, marca el inicio del Camino Portugués en Galicia.
Su localización la convierte en una opción lógica para quienes desean comenzar justo en el límite gallego y asegurarse, de paso, la obtención de la Compostela. Como sabrás, este honor se concede a los que realizan más de 100 kilómetros mínimos exigidos hasta Santiago de Compostela. Y en este caso se recorren cerca de 120 kilómetros.
Además, Tui cuenta con excelentes conexiones en transporte.
- A menos de 30 minutos en coche se encuentra el aeropuerto de Vigo.
- Su cercanía con Valença do Minho, al otro lado del puente internacional, la convierte en un paso natural entre ambos países.
Precisamente, esta accesibilidad, unida a la riqueza monumental y cultural de la localidad, la posiciona como un punto de inicio ideal para vivir el Camino sin complicaciones logísticas.
Un Camino con menos aglomeraciones y más autenticidad
Frente a la masificación que en ocasiones se da en rutas, el Camino de Tui a Santiago ofrece una experiencia más tranquila y cercana. El peregrino que elige este recorrido se encuentra con caminos rurales, sendas que cruzan bosques autóctonos y aldeas donde todavía se respira la esencia gallega más auténtica.
El ambiente aquí es más relajado, menos bullicioso, y permite conectar con el entorno y con uno mismo de forma más profunda. Esa sensación de estar descubriendo algo íntimo y menos transitado es precisamente lo que muchos caminantes valoran de esta opción.
120 kilómetros que lo tienen todo: cultura, paisaje y gastronomía gallega
Uno de los grandes atractivos del Camino desde Tui es su equilibrio perfecto entre naturaleza, historia y buena mesa. En menos de una semana —el tiempo estimado para completar la experiencia es de 5 etapas— se suceden paisajes de lo más variados: viñedos, colinas, riachuelos, cascos históricos, puentes medievales y pequeñas iglesias que parecen sacadas de un cuadro.
Las localidades que se recorren, como O Porriño, Redondela, Pontevedra o Padrón, no solo ofrecen descanso al cuerpo, sino también alimento al alma. El patrimonio monumental es abundante y está bien conservado, y la hospitalidad de los gallegos se traduce en un trato cercano que deja huella.
Por supuesto, la gastronomía ocupa un lugar destacado en la experiencia. Cada parada es una excusa para probar empanadas, pulpo a feira, caldo gallego o una tarta de Santiago acompañada de un buen albariño. Todo ello mientras el caminante avanza, día tras día, hacia la emblemática Praza do Obradoiro.
Una opción perfecta para quienes no disponen de mucho tiempo
A diferencia de otras variantes que exigen semanas de caminata, el tramo desde Tui hasta Santiago se adapta perfectamente a quienes solo disponen de unos pocos días de vacaciones. Los 120 kilómetros pueden completarse cómodamente en seis o siete jornadas, con etapas equilibradas en distancia y dificultad.
Esto lo convierte en una alternativa ideal para escapadas organizadas, viajes en grupo o incluso para familias que quieren compartir la experiencia sin embarcarse en una travesía demasiado exigente. Además, esta ruta cuenta con una buena red de alojamientos, restaurantes, transporte de mochilas y servicios específicos para el peregrino, lo que facilita la planificación y aporta seguridad.
Tui: mucho más que un punto de partida
Aunque muchos llegan a Tui con la idea de comenzar su recorrido al día siguiente, vale la pena dedicar unas horas —o incluso un par de días— a conocer sus encantos. La ciudad conserva un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural. Aquí destacan:
- La Catedral de Santa María. Fortaleza y templo a la vez, su fachada románica con toques góticos impresiona y anticipa siglos de historia jacobea.
- El claustro románico. Es uno de los más antiguos de Galicia, perfecto para un paseo tranquilo entre arcos de piedra y silencios monásticos.
- El puente internacional sobre el Miño. Cruza caminando a Portugal y disfruta de las vistas fluviales que unen —y separan— dos culturas hermanas en armonía.
- Sus estrechas callejuelas empedradas. Pasear por ellas es viajar al pasado: piedra, historia y rincones con encanto que invitan a perderse sin rumbo fijo.
La cercanía con Valença do Minho permite, además, una pequeña escapada a Portugal cruzando a pie el puente. Dos países, dos culturas y dos gastronomías diferentes en un solo paseo. No es extraño que algunos peregrinos decidan empezar su viaje con calma, disfrutando del entorno antes de lanzarse a la aventura.
Testimonios y cifras: el crecimiento en datos
Según los datos publicados por la Oficina del Peregrino, el Camino Portugués ya se posiciona como la segunda ruta más concurrida. En el último año, más del 20% de los caminantes lo eligieron, y una parte significativa de ellos comenzó su andadura en Tui.
Los motivos se repiten: buena infraestructura, distancia ideal, belleza del entorno y facilidad de acceso. En foros y redes sociales, muchos peregrinos coinciden en destacar el equilibrio entre esfuerzo físico y disfrute cultural. Recomiendan esta opción especialmente para quienes se inician en el Camino o buscan una vivencia intensa en pocos días.
El Camino no empieza en Santiago, empieza mucho antes. Y para miles de personas, empieza en Tui. Elegir esta localidad como punto de partida es optar por una ruta accesible, rica en patrimonio y profundamente gallega. En menos de una semana se vive una travesía que combina paisajes de postal, historia milenaria y encuentros que marcan.
Tal vez por eso, cada vez más personas dejan atrás el mapa de las rutas tradicionales y eligen el sur de Galicia como escenario de su pequeño gran viaje. Porque en el Camino, como en la vida, lo importante no es solo llegar… sino cómo decides empezar.
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