Los mejores restaurantes del puerto olímpico de Barcelona

Barcelona es sinónimo de buena comida, cultura y mar. Y hay pocos lugares en la ciudad que reúnan esos tres elementos de forma tan natural como el puerto olímpico. Este espacio, nacido con los Juegos Olímpicos de 1992, no solo es uno de los puntos más icónicos de la capital catalana, sino también un referente gastronómico.
Rodeado de playas, con vistas a las torres Mapfre y al Hotel Arts, el puerto olímpico es un lugar ideal para quienes quieren comer bien junto al mar.
Aquí te presentamos una selección de los mejores restaurantes del puerto olímpico de Barcelona:
1. El Tribut: cocina mediterránea con alma y vistas al mar
Si estás buscando un auténtico restaurante en el puerto olímpico de Barcelona, El Tribut debe estar en lo más alto de tu lista. Este espacio gastronómico combina cocina mediterránea de calidad con una atmósfera moderna, elegante y relajada, frente al mar.
Su carta ofrece platos que van desde arroces con gamba roja o bogavante, hasta pescados a la brasa, carnes maduradas y opciones vegetarianas con un toque de autor. Además, su ubicación frente al mar, su ambiente sofisticado pero cercano, y una selección de postres y vinos de primer nivel lo convierten en una experiencia gastronómica completa e inolvidable.
2. Marina Bay by Moncho's
Marina Bay es un clásico del puerto olímpico, su ubicación junto al mar y su amplia terraza lo hacen ideal para una comida bajo el sol o una cena al atardecer. Su cocina se basa en recetas mediterráneas tradicionales, con una fuerte presencia de pescados, mariscos y carnes a la parrilla. Las paellas y fideuás son algunas de sus especialidades más solicitadas.
El ambiente es informal pero elegante, perfecto para grupos grandes, celebraciones o cenas románticas. La calidad del producto y el servicio consolidan a Marina Bay como uno de los imprescindibles del puerto.
3. Superlocal: sostenible, moderno y delicioso
Superlocal apuesta por una cocina saludable, ecológica y sostenible, su concepto se basa en el uso de ingredientes locales, orgánicos y de temporada. Ofrece platos vegetarianos, veganos y opciones sin gluten, además de jugos naturales y cócteles con ingredientes frescos.
Es el lugar ideal para quienes buscan comer bien sin renunciar al sabor ni al respeto por el medio ambiente. Su decoración moderna, llena de plantas y materiales naturales, aporta frescura y calidez al espacio. Superlocal es una propuesta diferente, que suma valor a la oferta gastronómica del puerto olímpico.
4. El Cangrejo Loco: tradición y vistas panorámicas
Con décadas de historia, El Cangrejo Loco es uno de los restaurantes más emblemáticos del puerto olímpico. Famoso por sus vistas panorámicas al mar y por su cocina marinera tradicional, este local ofrece una experiencia gastronómica auténtica y sabrosa.
Entre sus platos destacan la paella de marisco, el arroz negro, los mejillones al vapor y el suquet de peix. Su carta de vinos es amplia y bien seleccionada, perfecta para acompañar cualquier elección. El restaurante dispone de varios salones y terrazas, ideales tanto para cenas íntimas como para eventos o celebraciones.
5. Kresala: esencia vasca en el Port Olímpic
Kresala ofrece una propuesta basada en la cocina vasca, con énfasis en la calidad de los ingredientes y la tradición culinaria del norte de España. Entre sus platos más destacados están la merluza a la koskera, el bacalao al pil-pil y los txuletones a la brasa. También ofrecen pinchos elaborados y una buena selección de vinos.
Su ubicación frente al mar y su ambiente acogedor lo convierten en una elección acertada para quienes buscan sabores potentes y una experiencia culinaria con personalidad.
¿Por qué comer en el puerto olímpico?
El puerto olímpico es mucho más que un destino turístico. En los últimos años ha vivido una transformación que ha potenciado su valor gastronómico, con restaurantes que apuestan por la calidad, la sostenibilidad y la innovación.
Además, su ubicación es inmejorable: a pocos minutos del centro de la ciudad, con acceso directo a la playa y bien conectado por transporte público. Aquí puedes comer con vistas al mar, dar un paseo por el espigón o simplemente disfrutar del ambiente mediterráneo que lo envuelve.
En verano, el puerto se llena de vida: terrazas llenas, conciertos, eventos culturales y puestas de sol que convierten cualquier comida o cena en un momento especial. Pero también en invierno mantiene su encanto, con espacios cálidos y una oferta gastronómica activa todo el año.